La era microglobal 2.0 - reseña crítica

Ya no es la empresa grande quien vence a la pequeña.

La interconexión e internet han brindado herramientas sorprendentes a las pequeñas empresas para que puedan desarrollar su máximo potencial, y ganar a Goliat con rapidez y efectividad.

La economía ha entrado a la era microglobal.

La era microglobal 2.0

La tecnología afectó de forma contundente la manera de hacer negocios. Lo que se conocía como una infraestructura de negocios bajo el concepto de “tamaño”, con grandes oficinas, capitales y marcas, ahora es sustituido por el factor tiempo, que implica ser veloz y práctico, y ofrecer resultados con valor agregado.

La pandemia por COVID-19 ha impulsado al comercio electrónico y el marketing digital a la estratosfera, convirtiéndolos en algo indispensable para aquellas empresas que busquen sobrevivir a la depresión económica mundial.

Por un lado, existe una tendencia de las grandes compañías a preocuparse por asegurar el control y la gestión para reducir sus costos, y por otro lado, las pequeñas y medianas empresas se dedican al desarrollo creativo y de valor agregado, siendo ágiles para atraer clientes.

La era microglobal es la revolución de las pequeñas empresas, creando una biósfera nueva de comercio mundial.

Ser microglobal: veloz, pequeño e internacional

“Ser pequeño en un mundo de grandes es ser grande para moverse rápido y pequeño para reinventarse fácil”. En la era microglobal, las pequeñas empresas están a la vanguardia, pues son ellas las que tienen la mayor capacidad para cambiar cuando deben.

Este nuevo paradigma indica que, a pesar de su tamaño, dichas empresas abarcan mercados internacionales gracias a su velocidad.

“La empresa microglobal es aquella que realiza cualquier operación de su cadena de creación de valor en un país que no es el propio, y que puede atender mercados y clientes internacionales con casi tanta facilidad como atiende a sus compradores locales”.

Los siguientes cuatro procesos determinan la forma y los resultados en el nuevo sistema global:

1. La capacidad tecnológica.
2. El acceso a un mercado grande.
3. El diferencial de costos de producción desde el lugar de producción hasta el mercado destino.
4. La competitividad.

Innovo, luego existo

Las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) tienen la ventaja, por su tamaño, de no padecer problemas comunicacionales o fricciones internas. Pero tienen un problema: su aislamiento del ecosistema de internet. Es por esto que uno de sus principales retos es favorecer la innovación tecnológica.

Esto puede hacerlo mediante:

• Innovación cooperativa en su zona.
• Auditorías de competitividad con ayuda de intermediarios externos, para relacionarse con otras empresas que sean fuente de experiencia, financiación y equipamiento.
• Laboratorios de innovación basados en el benchmarking.
• Clubes de aprendizaje para cuestionar y reflexionar sobre productos, bienes, servicios y operaciones innovadoras desde diversas perspectivas.
• Alianzas con becarios universitarios.

Nuevos emprendedores

Con la falta de empleos, la reducción de puestos de trabajo y el valor del sueldo cayendo, la era microglobal impulsa a los jóvenes a ser emprendedores. Esto es en parte motivado por una facilidad para montar un propio negocio a través de internet y las herramientas que ofrece, así como la necesidad de tener la libertad de accionar.

Según el reporte anual del Monitor Global de Emprendimiento 2015-2016, el perfil del emprendedor promedio muestra que “el 52% de los mexicanos que emprenden tienen menos de 34 años”. Mientras tanto, un 20% de los emprendimientos fueron iniciados por jóvenes de entre 18 y 24 años.

Esto también incluye a las mujeres, que decidieron tomar su futuro en sus manos dada la diferencia salarial y la desigualdad social generalizada.

Experiencias y emociones

El mercado no se trata solo de ofrecer un buen producto. Algo que trajo la era microglobal 2.0 es que cada venta debe venir con una experiencia. Lo emocional debe estar arraigado en cada objeto o en cada servicio.

Estos son los cuatro factores que pueden influenciar al producto y su vínculo emocional con las personas:

1. La expresión de sí mismos (me diferencio de los demás adquiriendo el producto).
2. La pertenencia a un grupo (la propiedad del producto me conecta a un grupo).
3. Los recuerdos (relacionados con el producto).
4. El placer (proporcionado por el producto).

Haz que el mundo te encuentre

Esta era inauguró un nuevo tipo de marketing que atrae la atención de los usuarios de internet. Pero al final son ellos los que deciden qué buscar, qué páginas visitar y qué consumir.

Un escenario así proporciona el entorno perfecto para que nuevos emprendedores puedan ser vistos, ya sea a través de blogs, páginas web, redes sociales, contenido audiovisual o cualquier otro tipo de plataforma donde se pueda compartir contenido.

La red permite hacer negocios de forma inteligente, a bajo costo y con alta efectividad. Además, es una herramienta que facilita el acceso a productos y a la venta de valor.

¿Cómo vender en la era microglobal?

La evolución de la llamada web 2.0 es mucho más que comunidades virtuales y el contexto social: ha creado una nueva economía del conocimiento y de las experiencias.

Mientras en Linkedin vemos profesionales y agencias ofreciendo sus servicios, Instagram se despliega como un catálogo de ventas. Lo microglobal no se queda en las redes o en hacer networking con personas de distintas latitudes, también permite impulsar comercios locales con herramientas de geocodificación como Google, que creó sus propias páginas amarillas.

Otro aspecto en esta nueva economía es la transparencia. Las operaciones de una empresa, su calidad de servicios, los productos y cualquier evento relacionado con ellas quedan evidenciados en miles de sitios web. Hoy el consumidor tiene el poder de decir qué le gusta y qué no.

¡Y David, con el 5G, vence de nuevo a Goliat!

Las empresas están usando diversas formas de interconexión y forjando alianzas con compañías microglobales con el fin de compensar las debilidades, ofreciendo a cambio fortalezas y ventajas.

Existen diversas formas en las que una empresa puede conectarse con redes microglobales:

• Talleres corporativos.
• Rutinas individuales.
• Director de relaciones externas.
• Grupos ad hoc.

Posicionamiento de las empresas microglobales frente a las multinacionales

En esta década se verifica un crecimiento en los sectores de pequeñas empresas y microempresas, siendo la tecnología su principal impulsor.

Con la disminución de las barreras competitivas, la apertura de nuevos mercados, así como las industrias al servicio de las personas, se han inventado nuevos modelos de negocios.

Los dispositivos conectados a las redes proporcionan flexibilidad en cuanto a cómo, dónde y cuándo se realiza un trabajo, dándoles a los empresarios el control de sus condiciones.

El 5G permite el uso a distancia de dispositivos inteligentes, sensores con sistemas de cómputo, almacenaje y habilidades de monitoreo. Además, la velocidad de esta nueva red permite efectuar desde cirugías de alta complejidad hasta la impresión bajo demanda de productos en 3D.

El uso de móviles para ingresar a internet se mantiene en aumento. Este dispositivo es el centro de administración de negocios para el empresario y el “centro comercial” para el consumidor.

Si le sumamos a esto la increíble cantidad de herramientas analíticas para facilitar la administración y monitorear las ventas, así como al consumidor, está más que claro que la era microglobal apunta al éxito de las PYMES.

Gana dinero y crea valor

Citado por el autor, Philip Kotler afirmaba que se debía hacer lo estratégicamente correcto, y no lo inmediatamente rentable. Una compañía como Procter y Gamble (P&G) sabe de esto. De hecho, se comprometió a obtener la mitad de sus innovaciones de fuentes externas.

La estrategia de P&G es inteligente, su equipo conoce todas las bondades que trae la era microglobal a las pequeñas empresas, y se une a estas para comprar sus conceptos y servicios, controlando los costes y posicionando su marca.

El sistema industrial mundial hace lo mismo, apoyado en subcontratos globales. Establecer relaciones con pequeñas empresas que facilitan, economizan y agilizan la producción les ha permitido a las compañías servir a un mayor número de sectores.

Esto, a su vez, ofrece a las microempresas ganancias a las que probablemente no hubiesen alcanzado de haber seguido su camino solas.

Soy arquitecto microglobal: creo personalidades y edifico conceptos

Estos son algunos de los nichos que las empresas personales podrían aprovechar para incrementar su facturación:

• Ser el departamento de mercadotecnia de grandes empresas, diseñando conceptos innovadores para incorporarlos a los productos o servicios de las compañías.
• Desarrollar la agroalimentación. Una microempresa puede crear tecnologías que aseguren la calidad de los alimentos, y las prácticas agrícolas y ganaderas más efectivas, prácticas y eficientes, disminuyendo el impacto ambiental.
• Promover la biotecnología en el mercado farmacéutico, con valor proyectado para 2022 de 1.060.000 millones de dólares.
• Dedicarse al marketing digital y a la compra de tráfico, sin estar inmiscuido en todas las etapas del proceso de una estrategia de mercado.
• Crear una empresa para cubrir la demanda del outsourcing logístico. Una de las áreas que una compañía grande prefiere delegar es la logística (almacenaje, envío o recepción de paquetes). Ese mercado puede generar grandes dividendos si es explotado de la manera adecuada.
• ¿Quieres promover tu marca personal? Crea una franquicia digital donde ofrezcas tu contenido a una audiencia mediante redes sociales, RSS, podcasts, enlaces de recomendación, entre otras. Una ventaja de este nicho son los bajos costos operativos para iniciar un proyecto.

Genética microglobal asiática: ¿qué tiene que aprender Latinoamérica?

La red organizada de empresas independientes es la forma dominante de la actividad económica de Asia. Hoy, en tiempos de pandemia, sus conceptos son más vigentes que nunca y sirven de gran aprendizaje para América Latina.

En Japón, las empresas se organizan en torno a los grupos o redes de empresas que pertenecen mutuamente unas a las otras, y que a su vez tienen subtipos:

1. Redes horizontales de vínculos intermercado entre las grandes empresas (kigyo shudan): son empresas que compiten entre ellas, tienen sus propias fuentes de financiamiento y compiten en los principales sectores de actividad.
2. Redes verticales (keiretsu): miles de pequeñas empresas se agrupan en cadenas de valor interconectadas con empresas industriales especializadas, o con el mercado automotriz y financiero.

Dentro de este último grupo, los keiretsu, existen otras subcategorías: horizontales y verticales. En las horizontales se encuentran los mecanismos formales, cuyas ventajas se han perpetuado debido a la naturaleza cerrada de muchos mercados en Japón. Estos son:

• Compartir acciones de la otra compañía.
• Compartir el personal de la otra compañía.
• Formación de un club de presidentes para llevar a cabo juntas regulares.
• Inversiones conjuntas en compañías nuevas o existentes.
• Comercio entre las compañías integrantes.

Similares a las redes verticales de Japón, están las chaebol de Corea del Sur, con la diferencia de que estas se fundamentan por lazos familiares empresariales multisectoriales.

En China, la organización de pequeñas empresas se basa en compañías estatales unidas a microempresas familiares y multisectoriales.

La pérdida del rumbo del crecimiento y la productividad

El ayer es un largo pasado, y el mundo que conocimos previo al coronavirus interrumpió la tendencia del curso de la humanidad.

Las pandemias acentúan el estrés financiero que lleva a una crisis de la productividad y que incrementa el poder de la especulación.

Las malas proyecciones económicas derivadas de la pandemia tienen un origen claro. La demanda colapsó como consecuencia del confinamiento y los bajos ingresos en los hogares. Las cadenas de valor se han empezado a romper y los niveles de inversión ya reflejan la salida de capitales a lugares que otorguen mayor seguridad.

Para volver a la senda del crecimiento, es importante que los gobiernos provean a las empresas pequeñas, medianas y grandes la capacidad para transitar a una economía cada vez más integrada y menos física. Se debe reforzar el comercio electrónico y agilizar los métodos de pago.

El comercio, más que libre, debe ser inteligente.

Mientras el mundo físico se detiene, las mentes y las ideas con valor son el semillero de una nueva realidad y de una economía poderosamente nueva. La era microglobal es un puente para ser mejores y más prósperos.

Notas finales

La era microglobal es una realidad. La forma de hacer negocios ya no es, ni volverá a ser la misma. Con herramientas que permiten la interconectividad desde cualquier punto del mundo, perder es no aprovechar esas herramientas.

La nueva economía reinante otorga un gran poder a las pequeñas empresas y empresas personales. Por primera vez, los jóvenes están decidiendo emprender, en parte impulsados por los bajos salarios y la escasez de empleos.

En un mundo donde internet es protagonista, las empresas tradicionales deben elaborar nuevas estrategias y formar lazos con PYMES para reducir gastos, y ofrecer productos y servicios de forma ágil y efectiva. Ahora, el comercio no es solo libre, también inteligente.

Consejo de 12min

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